Redacción. Madrid
Un equipo de expertos internacionales, entre los que se encuentra Xavier Montalbán, jefe del grupo de investigación en Neuroinmunología del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y director del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (CEM-Cat), ha definido y consensuado las nuevas bases, simplificadas, para el complejo diagnóstico de la esclerosis múltiple.
Xavier Montalbán.
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Todos los estudios recientes de marcadores de progresión y de diagnóstico por la imagen, entre otros, han ido confirmando que un diagnóstico lo más temprano y definitivo posible es fundamental para el control de la evolución y el pronóstico de la enfermedad, con el objetivo de poder iniciar el tratamiento lo antes posible, lo que puede frenar la progresión de esta enfermedad neurodegenerativa.
El artículo ‘Diagnostic criteria for multiple sclerosis: 2010 revisions to the McDonald criteria’, publicado en la prestigiosa revista médica Annals of Neurology, redefine los criterios diagnósticos más vigentes y en uso desde el 2001 (revisados en 2005) e incorpora muchos de los hallazgos hechos durante los últimos dos años por investigadores del VHIR y del CEM-Cat, posicionando este equipo como referente en esta enfermedad, tanto en España como entre los expertos científicamente más activos a nivel internacional.
Nuevos criterios diagnósticos: McDonald Criteria 2010
Uno de los cambios más notables y con mayor repercusión en estos nuevos criterios es la posibilidad de establecer un diagnóstico de esclerosis múltiple certero partiendo de una primera y única resonancia magnética sin necesitar de un espacio de tiempo y de una segunda resonancia magnética para poder establecer un diagnóstico definitivo.
Los objetivos que persiguen estos nuevos criterios son, tal y como explica Montalbán, “simplificar y uniformizar las normas diagnósticas, y buscar la manera de hacer un diagnóstico más precoz a partir de una única resonancia”. Si en una primera resonancia magnética de la persona afectada ya se detectan determinadas lesiones en localizaciones concretas y, a ello, se añade que se comportan también de forma determinada, los expertos pueden contar con indicios suficientes para plantear el inicio de un tratamiento con seguridad.
“Estas nuevas orientaciones diagnósticas suponen una gran ventaja para el paciente ya que evita tener que esperar otros brotes de la enfermedad y nuevas pruebas de imagen para establecer un diagnóstico y la indicación para el tratamiento. Hoy por hoy es importante ofrecer al paciente iniciar un tratamiento de forma precoz para intentar frenar, la evidencia actual así lo indica, la progresión de la enfermedad”, asegura Mar Tintoré, miembro del equipo de Montalbán.
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